martes, 22 de julio de 2014

Y tras ocho meses de parón...

... Aquí estoy de nuevo. ¿Y por qué tanto tiempo? Pues porque necesitábamos un respiro, y durante el respiro he tenido la buena fortuna de encontrar trabajo de farmacéutica y nuestra vida ha dado un giro maravilloso.

Os voy a resumir un poco cómo han sido estos meses. Tras las Navidades y mucho más relajados, me hicieron una histeroscopia en la que por fortuna salió todo perfecto, tras analizar los resultados, mi médico decidió por fin hacerme el análisis genético y también salió bien, así que con toda esa información en la mano y tras hablarlo con nuestro médico, decidimos que ese embrioncito que aún tenemos congelado podía seguir esperando sin problemas. Esta última visita al médico coincidió con con mi retorno al mundo laboral, pero no al de cuidar niños que tanto daño me estaba haciendo (aunque yo no era consciente de ello), si no a mi mundo, al de los farmacéuticos!!! Conseguir trabajo aquí en Francia ha sido para los dos como un bálsamo, nos ha hecho ver las cosas de otra manera y sobretodo nos ha dado tranquilidad. C sigue con su trabajo en Suiza, estresado pero feliz por ver que yo ya no tengo que dedicarme a cuidar niños y que puedo desarrollar mi profesión. Yo, por mi parte, estoy muy contenta con mi nueva faceta laboral, me he adaptado mejor de lo que creía y aunque el tener que hablar todo el día en francés me deja agotada, estoy encantada. Los primeros tres meses y para no dejar tirada a la familia a la que le cuidaba sus hijas, lo seguí compatibilizando (en la farmacia estoy a media jornada pero concentrada en tres días y medio unas semanas y dos y medio otras). Desde que las niñas cogieron las vacaciones de verano ya me he centrado sólo en la farmacia, así que mucho más tranquila.


Después de verano ya veremos que hacemos con el tema del tratamiento, porque ahora mismo nos encontramos tan bien, que nos da un poco de miedo volver a empezar.


En semana y media cogemos las vacaciones y nos vamos a España a disfrutar de la familia y de los amigos, que desde Navidad no hemos vuelto y tenemos muchísimas ganas! Serán sólo quince días y se van a pasar rapidísimo, pero seguro que valdrán la pena!!!

lunes, 25 de noviembre de 2013

De nuevo arriba!

Aquí estoy de nuevo. Tras un mes sin escribir, en el cual han pasado varias cosas, hoy por fin me he sentado de nuevo ante el ordenador decidida a escribir y seguir contando nuestras peripecias. Para empezar os pondré al día sobre nuestra situación actual.

Tras nuestro último negativo, el pasado 12 de noviembre teníamos cita con nuestro médico, pero antes de ir queríamos preparar una serie de preguntas para ver por donde continuábamos. Aquí hago un inciso para contaros que tengo una amiga que estudió conmigo que es embrióloga y trabaja en una clínica de fertilidad, así que le contamos nuestro caso y lo comentó con su equipo. Llegaron a la conclusión de que tras tres fallos de implantación ya toca hacerme a mi las pruebas genéticas (a C ya se las hicieron) y por supuesto una histeroscopia. Le comentamos esto a nuestro médico y estuvo de acuerdo en la histeroscopia (hoy mismo tenemos cita con otro médico para fijar la fecha para hacérmela) pero no en el tema de las pruebas genéticas. Según él, dada mi respuesta ovárica, mi edad y mis niveles hormonales, no cree que sea necesario hacérmelas aún. Esta respuesta no me convenció demasiado, pero como aquí los protocolos son diferentes, hemos decido hacerle caso. Nuestro próximo objetivo es, pues, hacerme la histeroscopia después de las vacaciones de Navidad (¡¡¡que ganas de pasar unos días en nuestra ciudad con nuestras familias y amigos!!! ). Una vez tengamos los resultados de la histeroscopia decidiremos cual es nuestro siguiente paso.

Como ya conté, tras nuestro último intento, nos quedó un embrioncito congelado que será el que usemos en la siguiente transferencia. No es de muy buena calidad, pero ya que está ahí lo intentaremos con él. El médico ha decido también aplicar esta vez un protocolo de medicación totalmente novedoso, que han visto que se ha usado con más éxito. A mi no termina de convencerme porque aunque me evito los pinchazos pues casi todo es por vía oral, sí que deberé pincharme decapetyl, pero el que paraliza los ovarios durante unos tres meses y eso no me hace ninguna gracia. Además me darán tres dosis de progesterona por vía intramuscular y eso tampoco me entusiama. En fin, cuando tengamos fecha para la histeroscopia y luego sus correspondientes resultados, decidiremos cuándo seguimos adelante.

Y por el momento eso es todo. Ya os contaré para cuando me dan fecha de la histeroscopia.

¡Nos leemos pronto!

jueves, 24 de octubre de 2013

Tomando decisiones

Tras unos días un poco desconectada en los que he leído mucho pero he comentado poco (mejor dicho nada), hoy vuelvo a resurgir. Poco a poco, con paciencia y usando una sonrisa para vencer a los momentos oscuros estamos volviendo a la normalidad. 

Yo he tenido la suerte de que esta semana en Francia hay vacaciones escolares, por lo que ni he tenido que trabajar ni que ir a los cursos de francés. Y digo que he tenido suerte porque creo que no he contado que como de farmacéutica, que es mi profesión, no he encontrado aún trabajo, me dedico a cuidar niños, con lo cual os podéis imaginar que muchas ganas de trabajar esta semana no tenía. C sí que ha trabajado, pero creo que al menos le sirve para desconectar.


Y después de esta puesta al día, os sigo contando como ha sido nuestro camino.


Tras nuestra tercera IA fracasada, nos sentamos a hablar tranquilamente y llegamos a la conclusión de que los dos necesitábamos un descanso. 


También decidimos que no queríamos volver a nuestra clínica. A estas alturas a ninguno de los dos nos ofrecía ya ninguna confianza, y la gota que colmó el vaso fue que la chica que hasta ese momento se había encargado de nosotros administrativamente hablando (que era muy maja) desapareció sin darnos ninguna explicación. Nos pusieron a otra chica que aunque parecía agradable, no nos conocía de nada ni se había preocupado de cual era nuestra situación. Cuando llamamos a decir que no habíamos tenido éxito tampoco en esta tercera IA nos pasaron con ella y le dijimos que íbamos a esperar hasta después del verano. Quedó en llamarnos a principios de septiembre, y a día de hoy (más de un año después) seguimos esperando su llamada...


Pensando en posibles opciones para cambiar de clínica, pensamos que quizás estaría bien buscar por aquí cerca. Ya os he contado que vivimos en Francia, pero creo que no os he dicho que estamos junto a la frontera con Suiza, con lo cual nuestro seguro privado en principio nos cubre en ambos países. Como la ciudad más grande que tenemos cerca está en Suiza, nos fuimos al hospital que nos corresponde de dicha ciudad y expusimos nuestro caso. Una enfermera súper amable nos dijo que si lo que necesitábamos era una FIV nos íbamos a tener que ir a otra ciudad un poco más lejos, pero que como la "seguridad social" suiza (por llamarla de alguna manera) no lo cubre, nuestro seguro privado tampoco se haría cargo. Esta misma enfermera fue la que nos propuso entonces ir a un hospital francés. Nos explicó que ella era francesa y que conocía un hospital de reciente construcción (apenas cuatro meses) que estaba a sólo media hora de nuestra casa y que tenía un "Centre AMP" (Aide Médicale à la Procrèation), vamos un centro de ayuda médica a la procreación. Lo mejor, que como era francés, y la seguridad social francesa sí que cubre las FIV, probablemente nuestro seguro se haría cargo. 


En cuanto llegamos a casa, cogí el teléfono (estas cosas siempre las hago yo pq C habla perfectamente inglés pero no francés, jejeje) y llamé al hospital. Pese a que en ese momento mi francés aún era bastante penoso, la secretaria que me atendió por teléfono fue amabílisima y concertamos una cita para unas semanas después. Sólo la manera de atenderme al teléfono ya me dio buen rollo.


Llegado el día de la visita, cogimos el coche y nos fuimos hacia el hospital. En 35 minutos estábamos allí, y en cuanto entramos en las instalaciones nos encantaron. Nos dirigimos a la secretaría y la secretaria súper amable nos abrió un historial y nos pasó a la sala de espera. Al cabo de unos minutos vino el médico. Menuda diferencia!!! Es un hombre súper majo y que conocedor de nuestra barrera idiomática nos escuchó atentamente y nos explicó con mucha paciencia lo que podíamos hacer. Nos mando diversas pruebas y nos citó para principios de septiembre que ya tendríamos todos los resultados, lo cual nos pareció genial pq nos permitía pasar el verano tranquilos pero con la ilusión de empezar en septiembre con un nuevo plan.


Cuando llegamos a casa estábamos tan contentos que llamamos a todo el mundo que conocía nuestro problema para darles las buenas noticias.



jueves, 17 de octubre de 2013

Tocados y hundidos

Creo que el título de la entrada lo dice todo... :(

De nuevo se ha repetido nuestra historia y de nuevo no vamos a llegar a la prueba de la beta con esperanzas. Anoche empecé a marcar y esta mañana ya definitivamente es una regla clarísima. 


El lunes nos haremos la beta, pero otra vez sabiendo el resultado de antemano. 


Estamos más que tocados y hundidos, estamos destrozados. Habíamos decidido que este sería nuestro último intento durante una larga temporada fuera cual fuera el resultado, y así va a ser. Aunque el sábado pasado nos llegó la estupenda noticia de que finalmente un embrioncito había podido ser congelado, de momento se va a quedar ahí por un periodo indefinido de tiempo. 


Estamos tan machacados psicológicamente que o nos tomamos un descanso o esto acaba con nosotros. Además, físicamente mi cuerpo también necesita descansar así que hasta aquí, ahora a vivir.


Lo único positivo que estoy segura que vamos a sacar de esto es, como con cada fracaso, una unión aún más grande y fuerte con C. Es la mejor persona que conozco en este mundo, y no se merece para nada esta situación, así que por él y por lo mucho que le quiero, os digo claramente que de esta también nos levantaremos.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Tercera IA

Tras la considerable decepción de la segunda IA y con el estrés que supuso por lo precipitado del viaje de C, decidimos que lo intentábamos una vez más por este método pero que si no funcionaba no queríamos probar una cuarta vez por mucho que nos lo recomendara el médico.

Con esa idea clara, iniciamos el tratamiento para la tercera IA. Otra vez mismo protocolo, otra vez viaje precipitado y otra vez y pese a haberlo advertido por enésima vez, esa sensación de que cuando me hicieron la transferencia de los cabezones yo ya había ovulado...


Lo único que cambiaba entre un intento y otro era el médico que nos trataba. A nuestro médico "oficial" no lo volvimos a ver (si no recuerdo mal) hasta esta tercera IA, y solo para decirle claramente que no queríamos una cuarta IA. Estuvo de acuerdo y mando a su colega (a la que habíamos visto más a menudo que a él) que nos explicara como sería una posible FIV. Nos dieron toda la información y nos dijeron que si esta IA no funcionaba no hacia falta que esperáramos para una FIV. Para ellos bastaba que pasara la regla que anunciaría que la tercera IA no había funcionado y que unos días después ya podría empezar con las banderillas para esa primera FIV. Nos extrañó mucho, pero de nuevo pensamos que los expertos eran ellos, pero a esas alturas ya ni yo misma confiaba en ellos...


En el último control ecográfico en el que ya estaba C conmigo, notamos que la doctora ponía un poco cara de sorpresa... creo que se dio cuenta de que iba a ovular antes de lo que ellos habían previsto, pero no nos dijo nada. Me dijo que esa misma noche ya me pinchara el Ovitrelle y que en dos días transferencia. 


Nos volvimos a Francia y esperamos el resultado. Como en las anteriores ocasiones el día de la beta ya teníamos claro el resultado, porque otra vez la regla había hecho acto de presencia unos días antes. Otra decepción, pero ya menos y sobretodo, un punto de inflexión. 


Decidimos que no queríamos empezar con la FIV de manera tan inmediata como nos habían dicho en la clínica. Necesitábamos un descanso.



lunes, 14 de octubre de 2013

La segunda IA

Pensando ahora en aquellos momentos tras el negativo de nuestra primera IA, no puedo dejar de pensar lo ingenuos que fuimos pensando que esto era más fácil, que sólo habíamos tenido mala suerte y que solo era una cuestión de probabilidades... Hoy, tenemos claro que esto de las probabilidades es algo que nosotros nos saltamos a la torera, jeje.

Bueno, pues con nuestra beta negativa y ya con una regla más que evidente, llamé a la clínica y pregunté cuando podíamos volver a intentarlo. Me dijeron que podía intentarlo con esa misma regla si yo quería (ahora lo pienso y me echo las manos a la cabeza!!!), y sí, como estábamos ansiosos, pensamos que era lo mejor, así empecé de nuevo con los pinchazos, me compré un billete de avión y volvimos a empezar. Aquí he de hacer un inciso para contaros que en este segundo intento se nos ocurrió preguntar si con las recetas de la clínica española, podíamos sacar los medicamentos aquí en Francia (nuestro nuevo país de residencia). Tenemos un seguro privado especial que nos cubre hasta la medicación, así que por probar no perdíamos nada y... bingo, me pagaron toda la medicación. 

En la clínica no cambiaron nada del protocolo, mismas dosis y sólo controles ecográficos, nada de análisis hormonales,  lo cual nos sorprendió, pero yo seguía confiando en ellos. 

C ya no confiaba nada, no le gustaba nada el trato que estábamos recibiendo y sobretodo estaba cabreadísimo (y cabrear a C es una de las cosas más difíciles de este mundo!!!) con el trato recibido cuando llamamos por teléfono para decir que estaba marcando y no me quisieron pasar con el médico. Escribimos una queja que evidentemente quedó en aguas de borraja, eso sí, nos miraron con cara de mucha comprensión... Pero como es un encanto, y viendo que yo me sentía segura con ellos, me dijo que si yo así lo quería, seguíamos con ellos. Si me hacen eso ahora... como mínimo los denuncio en la oficina del consumidor.

Esta vez fue aún más estresante que la anterior porque C no pudo escaparse del trabajo hasta el último momento. Su avión aterrizó en España un sábado a las 20h y tenía que dar su muestra para la IA al día siguiente a las 8h de la mañana, vamos un horror. Además yo tenía la sospecha de que había ovulado por mi misma, no se, conozco muy bien mi cuerpo, y aún a día de hoy sigo creyendo que cuando me pinché el Ovitrelle mis ovocitos estaban más que maduros. Sólo tomaba Menopur y al final Ovitrelle, nada que bloqueara mi ritmo natural y haciéndome sólo controles ecográficos... Creo que no llegaron nunca a entender que mis ciclos naturales son muy cortitos (entre 23 y 26 días), porque mira que lo dije veces y me decían que lo tendrían en cuenta pero no cambiaban nada!

Al igual que ocurrió en nuestra primera IA, esta vez tampoco llegamos a la prueba de la beta. Unos días antes ya empecé a marcar y el día que tenía programado para la beta ya no era un simple marcado, era una regla en toda regla, nunca mejor dicho. Otra vez decepción y otra vez nos levantamos para volver a intentarlo. 

Tras este segundo intento, decidimos contarlo ya a algunos de nuestros amigos (hasta ese momento sólo lo sabían nuestras familias y una pareja de amigos). Los siguientes en saberlo fueron los amigos de Francia con los que compartimos "exilio", sobretodo porque con tanto viaje relámpago a España empezaban a pensar que nos ocurría algo malo, y lo nuestro no es agradable, pero evidentemente no es nada grave. Desde el minuto uno empezaron a respaldarnos y a darnos muchísimos ánimos, lo cual nos quitó un peso de encima, por fin podíamos hablarlo abiertamente con alguien!!! Estando lejos de la familia y de nuestros amigos de toda la vida, este grupo de amigos se ha convertido en nuestra segunda familia, así que son un apoyo constante y muy importante en este viaje. Nos han ayudado a levantarnos en momentos verdaderamente muy malos. Les estaremos eternamente agradecidos.

viernes, 11 de octubre de 2013

Nuestro primer contacto con el mundo de la infertilidad

Como dije en mi primera entrada, cuando por fin decidimos ponernos en manos de profesionales para poder alcanzar nuestra meta, yo no tuve dudas respecto a que clínica quería ir, esa tan famosísima y con tanto prestigio...

La clínica está en mi ciudad de nacimiento lo cual suponía que al gasto propio del tratamiento habría que añadir el gasto de los viajes desde nuestro país de residencia actual, pero yo confiaba ciegamente, así que decidimos hacer el esfuerzo.


Con nuestros análisis ya en la mano (nos los hizo mi ginecóloga habitual) llegamos al día de la primera visita. Habíamos elegido a un doctor determinado de entre todos los de la clínica porque me lo habían recomendado muchísimo (mi ginecóloga, en el trabajo, hasta es conocido de juventud de mi padre!!!), y la verdad es que eso nos tranquilizaba aún más, pero... nada más entrar en la consulta ya tuvimos una sensación rara. 


Ahí estaba el médico, repantigado en su silla, como si la cosa no fuera con él y rodeado por otra doctora y una enfermera que bien podría ser una actriz, operada en varias partes de su cuerpo y con una bata algo más cortita de lo deseable para que nos diera confianza. Entendedme, yo no soy para nada puntillosa y creo que cada uno es muy libre de operarse lo que quiera y vestir como quiera, pero de ahí a llevar una bata de ese mini tamaño para trabajar en una clínica... va un mundo, parecía de todo menos una enfermera (luego nos dimos cuenta de que el 90% de las enfermeras de esa clínica eran así!!!). 


Pero bueno, no siempre se puede guiar uno por las apariencias, así que le explicamos nuestro caso, le dimos las analíticas y me hizo una prueba para ver con que facilidad se podría hacer la transferencia. Nos dijo que en su opinión no había nada que indicara un problema (los cabezones de C un poco más lentos de lo deseable, pero nada insalvable), pero que al llevar casi dos años sin tomar precauciones y no conseguir embarazo, algo pasaba. Nos dijo de empezar con una inseminación artificial (IA) y que haríamos hasta cuatro antes de llegar a una FIV. Nos pareció demasiado, pero en ese momento no teníamos ni idea de nada de estos temas.


Nos dieron todas las recetas y me mandaron hacerme una histerosalpingografía para descartar obstrucciones en las trompas. Compramos la medicación en España (aún no sabíamos que nuestro seguro privado de nuestro país actual de residencia nos los cubría) y nos volvimos a casa. Me hice la histero y salió todo perfecto, así que avisé a la clínica y me dieron las instrucciones de la medicación para nuestra primera IA.


En cuanto me bajó la regla me compré el billete para España y me fui para allá para poder hacerme los controles que me tocaban. C acudiría en cuanto fuera necesario puesto que tenía que trabajar. Me sorprendió que sólo me hicieran controles ecográficos, puesto que aquí donde vivo el protocolo dice que es necesario control ecográfico y hormonal, pero claro... ¿quién era yo para cuestionar su método?


Para no enrollarme más os diré que como ya suponéis (si no probablemente no estaría aquí) no salió bien, ni siquiera llegué al día de la prueba de embarazo, la regla me bajó dos días antes. 


Cuando vi el manchado se me vino el mundo a los pies y muy asustada y aunque era sábado, llamé a mi clínica. Decir que me trataron mal es decir poco, la chica que cogió el teléfono se negaba a pasarme con un médico y no lo conseguí hasta que no la amenacé con denunciarla ante sus jefes. Imaginaos, en nuestro estado de nervios y ese trato tan insensible. Por fin pude hablar con una doctora y me dijo que reposara y que el lunes me hiciera la beta, evidentemente fue negativa...