miércoles, 26 de junio de 2013

Un poquito de nuestra historia

¿Por qué alguien cómo yo empieza a escribir un blog cómo este? 

Porque hace mucho que buscamos y no encontramos lo que tanto deseamos, porque desde que tengo uso de razón recuerdo haber querido ser mamá, porque me encantan los niños, porque nunca pensé que esto nos ocurriría a nosotros.


Y después de mis razones principales (hay muchísimas más pero no quiero aburriros) creo que lo mejor será que os cuente un poquito sobre mi, o mejor sobre nosotros, porque en esta aventura somos dos...

Mi marido y yo (me suena muy raro decir marido porque hace muy poquito que estamos casados) llevamos casi catorce años juntos. Nos conocimos en el primer año de universidad y desde entonces nos hemos querido cada día un poco más. Nuestra relación no ha sido fácil porque por circunstancias laborales hemos tenido que pasar mucho tiempo separados por muchísimos kilómetros, pero lejos de afectarnos esto siempre nos ha unido más. Tengo que decir que C es una persona excepcional, una vez alguien dijo de él que era increíble que no fuera posible encontrar a nadie que no opinara bien de él, pero es que es cierto, siempre hablan bien de él... Yo tengo más genio, soy más arisca, aunque también tengo que decir que es muy difícil que no perdone, soy muy sensible y no me gusta estar enfadada con nadie, creo que es una pérdida de tiempo.


Hace cinco años, y ya con un poquito más de estabilidad laboral, nos fuimos por fin a vivir juntos. Con diferencia la mejor decisión de mi vida. Me hace feliz, y eso, no tiene precio. Un par de años después decidimos que era el momento de ser papis, así que a ello nos pusimos, primero simplemente no tomábamos precauciones. Parecía que la cosa no iba ser tan fácil, porque pasaron 6 meses y nada de nada, pero como por cuestiones de trabajo tampoco podíamos hacer los deberes tantas veces como sería deseable, lo achacamos a eso. 


Unos meses después vino la dura decisión que tuvimos que tomar sobre nuestro futuro laboral. Y sí, la tomamos, cogimos nuestras cosas y nos cambiamos de país!!! Evidentemente, esta no fue una decisión sencilla ni tomada a la ligera, pero por nuestras profesiones (sobretodo por la de él), estaba claro que era la mejor. 


Ya en nuestro nuevo país de residencia, retomamos nuestro propósito de ser padres, pero durante varios meses tampoco hubo suerte, así que aprovechando las vacaciones de Navidad decidimos que nos haríamos las pruebas de fertilidad en España. En principio parecía que no había nada grave, excepto que los cabezones de C no eran de tan buena calidad como cabría esperar, pero vamos, nada que no tuviera solución, eso sí, con un poquito de ayuda. Como en nuestra ciudad tenemos una de las sedes principales de esa clínica tan famosa e importante, y yo por mi trabajo sabía que consiguen embarazar hasta los casos más difíciles, allá que nos fuimos... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario